En las últimas semanas algunos países de la región han dado señales de comenzar a aplanar la curva de contagios, en especial Chile y Perú, dos de los países con mayor cantidad de casos por cien mil habitantes del mundo. Éstos llevan más de un mes de superar el pico, por lo que la tendencia es confirmada.
Al grupo de escapados le siguen Honduras y Guatemala, que comenzaron a ver la curva ceder hace dos semanas, por lo que no se puede confirmar aún la tendencia de descenso, pero ya están en la zona de "observación". Y en el siguiente grupo vienen Brazil, por dos semanas, y México, por una, en los que se nota ya el inicio de una inflexión en la curva hacia una meseta, pero sin descenso, lo que es una leve señal pero nada por lo cual emocionarse.
En el pelotón rezagado vienen los países que aún están ascendiendo la montaña: Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Panamá Venezuela y República Dominicana. Unos con más aceleración que otros. Dentro de este grupo vienen aquellos que pensaron que ya habían terminado la carrera pero tuvieron que retomarla, Costa Rica y Paraguay. Desde los costados observan Uruguay y Cuba habiendo ya aplanado su curva, mientras que Nicaragua no clasificó por rehusarse a participar.
Chile es el único de los que están aplanando a curva que parece dedicado a llevar los contagios hasta el punto de retomar el control del rastro del virus, que es lo que hicieron los Europeos para no rebotar. Perú, que ya va por la fase 3 de apertura, se mantendrá en una meseta continua por ahora y luego tendrá subidas y bajones.
Si tuviera que "adivinar" (o proyectar en base a supuestos, como le dicen técnicamente), diría que los próximos en llegar a la planicie deberían ser Panamá y El Salvador. Lo de México y Brazil no se sostendrá y verán más cumbres en su gráfica, y que Argentina y Colombia deben hacer algo urgentemente o se convertirán en el nuevo Perú, la versión de éste que ostentó el suéter de líder.
Honduras y Guatemala se comportarán muy similar, como ha sido toda la pandemia, y verán días de una meseta prologada en lo que descienden los casos en las ciudades principales, para luego ver otro ascenso cuando los contagios lleguen al interior. Por eso cuando escuches que las proyecciones dicen que el pico será hasta octubre, piensa que eso es a nivel nacional, y que podríamos superar el pico en la capital en los próximos días, en lo que los departamentos poblados del noroccidente comienzan a reportar más casos al aumentar considerablemente el número de pruebas.
Por eso es buena la regionalización, para tratar cada lugar con las medidas necesarias en el momento oportuno. Toca ahora cambiar esos indicadores del semáforo para poder reactivar la vida económica cuando se dé el descenso en la capital, como nuestros hermanos latinoamericanos lo están haciendo.
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