Contrario a lo que muchos pensaron, los casos no se dispararon a las dos semanas de la apertura, ni lo harán en las siguientes dos.
Para aquellos que han seguido mis publicaciones éste fenómeno no es una sorpresa, pues por más de un mes he venido diciendo que los casos en Guatemala han mostrado una "meseta" y la curva se había doblegado. Con esto no quiero validar la gestión de la pandemia, porque a mi parecer esa meseta debió mostrarse desde junio, pero algunas malas decisiones alargaron el proceso. La mejor manera de decirlo es que en otros países la curva se doblegó a las ocho o diez semanas, y aquí a las dieciséis.
Recientemente se ha notado un nuevo fenómeno: un marcado descenso influido principalmente por la baja en los Departamentos de Guatemala y Escuintla, y el aplanamiento de la curva en Xela y San Marcos. El alza que aún se mantiene en al altiplano y el oriente no es mayor que el descenso en los Departamentos de la región central y del sur, y por eso la curva a nivel general viene a la baja.
Este comportamiento era de esperarse si se observa detenidamente lo que ha sucedido en otras regiones que, como Guatemala, abrieron su economía habiendo doblegado la curva, pero sin descenderla por completo, como lo hizo Perú, Florida o Texas. El fenómeno que se ha dado es que el aumento de casos no es inmediato, sino que toma algunas semanas en darse.
La razón es que al inicio las personas aún toman muchas precauciones por el temor de que el virus está presente y se abstienen de salir, pero con el transcurrir del tiempo comienzan a relajarse. Cuando escuchan mensajes como los de hoy, que a pesar de la apertura los casos van en descenso, creen que el peligro se ha ido, y retoman con más ligereza las actividades diarias, bajando la guardia, lo que inevitablemente lleva a más contagios.
No te engañes, los casos van a volver a aumentar, tarde o temprano, sólo es cuestión de esperar cuándo. Y recuerda que éste es sólo el primer round. Nos falta al menos un año para salir del riesgo de aumento de contagios.
¿CUÁNDO SE ESPERA QUE SUBAN LOS CASOS?
En Perú, como en Florida, los contagios comenzaron a crecer al mes de haber abierto la economía, y el brote se evidenció a los 45 días. En Texas tomó 6 semanas en comenzar a crecer y explotó a los 2 meses. Si Guatemala se comporta como esos antecedentes, podríamos ver la curva subir para finales de agosto, y un rebrote pronunciado entre el 15 de septiembre y el 1 de octubre.
¿ESTAMOS DEBAJO DE LA MEDIA MUNDIAL EN CASOS?
En esto el Presidente se equivocó. Hace 3 semanas Guatemala superó la media mundial de casos por cada millón de habitantes, que es la métrica apropiada para compararse con otros países. Según worldmeter.info la media mundial está en 2,569 casos por cada millón y Guatemala tiene 3,154. En fallecidos estamos justo en el promedio, incluso un pelo arriba, y en pruebas muy por debajo, que es la sección equivocada en este caso.
Cuando nos comparamos con Latinoamérica si podemos decir que tenemos muchos menos casos que la mayoría, y estamos a uno o dos días de que El Salvador nos ceda el puesto del país de Centroamérica con menos casos por millón de habitantes. Si, tenemos muchos menos que Costa Rica.
¿DEBEMOS PREVER UN NUEVO CIERRE?
No en el corto plazo, porque no habrá un repunte repentino de casos en los próximos días y porque la experiencia de otros países ha mostrado que las curvas de contagios se han doblegado sin necesidad de nuevos encierros totales. Se han aplicado restricciones puntuales, como el cierre de bares o la prohibición de reuniones, pero no un nuevo confinamiento general. Por eso esperaría que cuando aquí se de el inevitable aumento de casos, se apliquen medidas más focalizadas, pero no como las que vimos de abril a junio.
Y no olvides este factor: es probable que no se renueve el Estado de Calamidad una vez más por parte del Congreso, que es el marco jurídico necesario para proceder a las restricciones en los comercios, reuniones o el confinamiento obligatorio. El Ejecutivo aún podría implementar un Estado de Prevención, para lo que no necesita la aprobación de los diptuados, y con ello limitar el horario de movilidad de automóviles y del transporte público, como las reuniones en áreas públicas, pero no podría impedir el funcionamiento normal de comercios ni obligarnos a un Toque de Queda.
Cierro diciendo que el ánimo del Presidente en la Cadena Nacional evidencia que se ha desentendido de la gestión de la pandemia y las prioridades de su agenda han pasado a ser otras. Sus mensajes denotan una postura muy distinta a la que manifiesta el director de la CoPreCOVID, así que será interesante ver qué criterio se impone al momento que los casos inevitablemente vuelvan a subir.
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