Por ahora, todos los indicadores que miden el nivel y riesgo de contagio a nivel nacional están en la tendencia correcta. Estamos hablando de las gráficas de casos a nivel nacional, departamental y metropolitano, las hospitalizaciones, el reporte de fallecimientos diarios, la tasa de fatalidad, el número de pruebas y el índice de positividad.
Es alentador ver que el indicador de cantidad de pruebas diarias y el de positividad de las pruebas están bastante bien y la tendencia en la dirección correcta. Este es un buen momento para recordar que si la cantidad de pruebas sube, no necesariamente se elevan los casos. Este paradigma se repitió muchas veces en abril y mayo del año pasado y se quedó grabado en la mente de varios, pero sólo ha resultado ser verídico la mitad de las veces, específicamente aquellas en que el contagio está en ascenso, no en descenso. Justo ahora los contagios están en un rápido descenso a pesar que el número de pruebas sigue en su punto más alto de toda la pandemia, lo que resulta en una drástica caída en el índice de positividad.
SI, PERO....
El único indicador que tiene una tendencia en la dirección equivocada es la cantidad de vacunas aplicadas diariamente. La última semana se aplicaron cerca de 340,000 dosis semanales, un descenso considerable del punto más alto que se registró de 540,000 hace más de un mes. Según el inventario no oficial que llevamos en Diestra, hay más de dos millones de vacunas en el país, así que la escasez no debe ser la razón del descenso en el ritmo de vacunación, y están por entrar otras dos millones de vacunas, según anunció el gobierno. Creo que puede ser la combinación de tres factores: la gran mayoría de personas en las áreas urbanas están ya vacunados, hay un gran temor de vacunarse en el interior y en zonas rurales, y falta una mejor logística y campaña de comunicación en otros idiomas para llegar a todos los guatemaltecos.
¿CUÁNDO TERMINARÁ COVID?
Es común pensar que cuando bajan los casos lo harán para siempre, pero hasta ahora no ha resultado ser así. Lo más probable es que los contagios vuelvan a subir en algún momento hasta llegar a la inmunidad de rebaño, de la que en Guatemala aún estamos bastante lejos.
Pero hay esperanza. En los últimos días Portugal y Emiratos Árabes se convirtieron en los primeros dos países del mundo en alcanzar el indicador de inmunidad de rebaño, que establezco en 85% de la población con esquema completo de vacunación. Algunos otros países se están acercando, sobre todo si se contabilizan aquellas personas que ya estuvieron contagiadas y por lo tanto tienen inmunidad natural. Los resultados son muy alentadores, desde el punto de vista ESTADÍSTICO. Los contagios se encuentran controlados, los fallecidos y hospitalizados han descendido a sus puntos más bajos y las economías se están reactivando. La vida está volviendo a la normalidad.
El fin de la crisis ocasionada por la pandemia comienza a visualizarse. Covid pasará a ser una enfermedad endémica para los países con vacunación masiva, como lo es la influenza o la gripe, en algún momento del 2022, dejando atrás las amenazas de hospitales saturados y restricciones gubernamentales. Aun habrán contagios y algunos fallecimientos, como sucede con la influenza, ciertas personas seguirán usando mascarilla y la costumbre del gel y el distanciamiento social continuará en alguna medida, pero atrás quedará la tensión que ocasiona el aumento de casos y la amenaza de morir en cualquier momento.
¿Cuándo sucederá eso? la prueba de fuego será diciembre y enero en los países occidentales, por las celebraciones de fin de año y el invierno en el hemisferio norte. Si no crecen los contagios y las hospitalizaciones considerablemente en esas fechas en Europa y Estados Unidos, el 2022 será un año distinto, y comenzará la era post-covid. Este es mi tiro al aire: habrán casos, pero sin mayor repercusión, y el mundo verá que si es posible dejar atrás esta pandemia, como han quedado atrás todas las anteriores, y la vacunación se acelerará en los países emergentes.
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