La semana anterior publiqué que el avance de la vacunación en la región metropolitana incidiría en breve en detener los contagios en la ciudad capital, estimando que debería suceder entre tres a cinco semanas. Llegué a esta conclusión al observar lo que ha sucedido en otros países, por lo que, por comparación, esperaba que se diera también en la ciudad. Dejaré el link en el primer comentario para que puedas leer la explicación detallada.
Esta vez doy seguimiento al comportamiento de los casos en la región metropolitana, comprendida por siete municipios, y que ha logrado el 44.3% de su población vacunada (no solo mayores de edad, sino contando a todos los residentes). Se muestra claramente un cambio en la tendencia de los casos, por lo que como mínimo podemos decir que el crecimiento se detuvo.
Esto es una buena noticia, por supuesto, pero debemos mantener en mente el contexto. La situación sigue siendo crítica, hay un gran número de contagios y fallecimientos, los hospitales están saturados y el personal médico está exhausto. La vacunación a nivel nacional sigue muy retratada. Esto es como que hayamos tocado fondo y ahora nos hemos levantado y dimos los primeros dos pasos de retorno a la superficie, pero seguimos en el abismo. Esos pasos es mejor que cómo estábamos hace dos semanas, pero no podemos cantar victoria.
Pasarán de dos a cuatro semanas para que comience a sentirse en el ambiente y uno o dos meses para que su efecto se sienta en los hospitales. Esto es, por su puesto, si esta tendencia se mantiene, lo que no es una garantía.
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