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  • Rodolfo Mendoza

EL PRAGMATISMO:LA LECCIÓN DEL REINO UNIDO vs EUROPA

La brecha en la vacunación entre Gran Bretaña y la Comunidad Europea se aumenta cada día, con los primeros a la cabeza por mucho, lo que ya comienza a reflejarse en los contagios. El Reino Unido, con una actitud más pragmática para abordar la inoculación, han vacunado al 44% de sus ciudadanos con al menos una dosis, mientras que la Unión Europea, que ha favorecido la diplomacia y solidaridad del bloque, han alcanzando solo a un 10%.

Éstas son las principales razones de esta abultada diferencia:

1) LAS CARGAS DE LA LA BUROCRACIA

Los miembros de la Unión Europea decidieron adquirir la vacuna en bloque y no por separado, lo que evitó que los países grandes y con recursos como Francia y Alemania se adelantaran a compararlas antes que los menos favorecidos, como Bulgaria y Rumania. Esto ha resultado ser una mala decisión, pues los alemanes, en cuyo territorio se produce la vacuna de Pfizer en los laboratorios de BioNTech, han tenido que esperar a que la Comunidad se sobreponga a la pesadilla burocrática y logística de su organización, en lo que Bruselas negociaba con cada país y esperaba que todos firmaran los acuerdos, retrasando el inicio de la vacunación. Gran Bretaña, en cambio, priorizó la vacunación y fue el primer país del mundo con una persona vacunada.

2) EL DILEMA DEL PRECIO: EL LARGO DE LAS NEGOCIACIONES

La Unión Europea tomó más tiempo que Gran Bretaña negociando acuerdos con las farmacéuticas, procurando lograr los precios más bajos posibles, mientras los británicos aceleraron el proceso, asegurando vacunas a la brevedad a cualquier costo, reconociendo que el retraso resultaría en más casos y muertes.

El abordaje de los británicos recuerda la decisión del primer ministro Benjamín Netanyahu, que acordó con Pfizer que tendrían prioridad en la entrega de vacunas sobre el resto de países, sin importar que pagarían el doble que otras naciones, con el fin de vacunar a la mayoría de la población en los primeros tres meses del año. Como resultado, Israel es el país con mayor avance en la vacunación del mundo.

3) LENTITUD REGULATORIA

Los entes reguladores de Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña dieron autorizaciones de uso de emergencia para iniciar rápidamente con la vacunación, reconociendo la necesidad de estar preparados de antemano, algo que la Unión Europea no hizo. Les tomó tres semanas más que a los británicos en autorizar la vacuna de Pfizer, por ejemplo, y a pesar del retraso, dicha autorización estaba sujeta al regulador local de cada país, que en algunos casos retrasaron aún más la distribución de algunas vacunas, llenando requisitos propios. El retraso no produjo ningún beneficio, pues no hubo nuevos descubrimientos o preguntas resueltas durante ese tiempo, sólo un mayor retraso.

4) CULTIVANDO LA CONFIANZA O LA DESCONFIANZA

La vacuna del Covid ya enfrenta una fuerte oposición, por lo que los gobiernos enfrentan la difícil tarea de cultivar la confianza de la población. Los gobiernos de Europa han agudizado esa desconfianza en vez de erradicarla, a través de anuncios y publicaciones que ponen en duda la seguridad de algunos proyectos, en especial el de Astra Zeneca, que es la vacuna que la Comunidad Europea más le ha apostado. Esto ha resultado en una irreparable desconfianza de los europeos por ser inoculados con esta vacuna, a pesar que los señalamientos han resultado ser infundados, según la entidad regulatoria de Europa, lo que ha detenido el avance de la vacunación.

Los británicos han hecho todo lo opuesto. Fueron los primeros en aprobar la vacuna de Astra Zeneca, semanas antes que otros, y no se detuvieron cuando los europeos la cuestionaron. Por el contrario, el Primer Ministro Boris Johnson decidió vacunarse en público, para cultivar la confianza de la población hacia la vacuna.

5) EL JUEGO DE LA DIPLOMACIA

El gobierno británico ha insinuado que los europeos obstaculizan la vacuna de Astra Zeneca como represalia del Brexit. Esto ha causado otro problema: sin la vacuna británica de Oxford no hay suficientes dosis aseguradas para cubrir a los 446 millones de comunitarios, así que el juego geopolítico les puede salir caro. Sumado a esto, Bruselas ha hecho lo posible por evitar que los países miembros se acerquen a Rusia o China en busca de vacunas, limitando aún más la disponibilidad de dosis para la Unión Europea.

Esto mismo hemos visto en algunos países latinos que se han cerrado a las vacunas chinas o rusas por razones diplomáticas más que de salubridad. Otros, en cambio, como los salvadoreños o los chilenos, han logrado acuerdos con el gobierno de Beijing para recibir grandes cantidades de dosis que les impulsarán en sus planes de vacunación.

EL RESULTADO

Algunos de los países europeos como Italia, Alemania y Francia se enfrentan a una tercera ola de contagios, con cierres ya anunciados en París, Alemania y otros países, mientras que el Reino Unido se presta a abrir su economía de forma definitiva. La Comunidad Europea tiene esta semana el triple de muertes diarias que los británicos, si se mide por cada millón de habitantes, y la curva de casos se dirige en direcciones opuestas.

Esto es una lección para Guatemala, que debería tomar una actitud más pragmática para avanzar el plan de vacunación y evitar el riesgo de más restricciones y fallecimientos.


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