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  • Rodolfo Mendoza

EL MUNDO SUPERA UN MILLÓN DE MUERTES POR COVID-19

En menos de nueve meses el covid-19 ha alcanzado una cifra redonda y llamativa de total de muertes. Desde el 11 de enero, cuando se reportó el primer fallecimiento, hasta este domingo, se han contabilizado oficialmente más de un millón de muertes a nivel mundial, una cifra significativa, pero lejos aún de alcanzar los eventos de la historia que más fallecimientos han causado.

Cada vida que se pierde representa el 100% para los seres queridos, y las estadísticas y gráficas que se mencionan, muchas veces frías y sin empatía, no deberían llevarnos a perder de vista el valor de la vida humana. Todas son valiosas y debemos buscar protegerlas y salvarlas. Pero permíteme compartir contigo el contexto de lo que éste número de "un millón de muertes" significa en comparación con otras enfermedades y eventos históricos, para evaluar el impacto real que ha tenido el Covid en la humanidad.

LA REGIÓN MÁS AFECTADA

Latinoamérica y el Caribe ha reportado mas de 341 mil fallecidos, lo que nos coloca como la región más afectada del mundo. Unos días atrás compartí una gráfica que mostraba los países con mayor mortalidad, y 5 países latinoamericanos estaban entre los primeros diez, y 8 entre los primeros veinte. A esto le he llamado "el fracaso latinoamericano".

Al sumar los decesos de Latinoamérica a los reportados por Estados Unidos y Canadá (214,000), resulta que el continente americano reporta más de la mitad de todas las muertes de la pandemia (55%). Europa le sigue con el 22% y luego Asia, el continente más habitado, con el 19%. Africa, la región más pobre del planeta, solo reporta el 3% de fallecimientos del mundo.

LOS PAÍSES CON MÁS MUERTES

Cuatro países acumulan más de la mitad de los fallecidos en toda la pandemia: Estados Unidos, México, Brasil e India. Los primeros tres tuvieron reacciones tardías y flojas de parte de sus gobiernos, muchas veces menospreciando el impacto de la pandemia. Trump aseguró que lo tendían dominado y que pronto pasaría; López Obrador dijo que los amuletos y escapularios que usaba los guardarían del contagio; y Bolsonaro lo llamó una "Gripiña". Se podría argumentar que menospreciar el virus le costó caro a sus ciudadanos.

Del otro lado del espectro está India, el segundo país más poblado del mundo. La reacción de sus gobernantes fue de manera muy anticipada y fuerte, y pronto se dieron cuenta que también habían reaccionado a destiempo, sólo que en el caso de ellos fue antes de lo necesario. Estos cuatro países nos enseñan dos cosas: que el impacto no depende de la ideología política, y que el TIEMPO OPORTUNO siempre es mejor que las mismas medidas que se aplicaron. No es el confinamiento o la ausencia de éste el que causó más fallecimientos, fue el destiempo en que las medidas gubernamentales se aplicaron, anticipadas o retrasadas.

El Top-10 de países con más fallecidos lo completan Reino Unido, Italia, Francia, Perú, España e Irán. Todos los europeos reaccionaron tarde, mientras que Perú implementó el confinamiento antes de tiempo. Como lo he dicho varias veces, el tiempo es el indicador más valioso en esta crisis.

Este grupo, junto a los primeros cuatro países mencionados, representan el 72% de fallecidos del planeta. Si, diez países acumulan las tres cuartas partes del total de muertes.

LOS PAÍSES CON MÁS MORTALIDAD

Perú encabeza el listado de países con más cantidad de muertes en relación a su población. El país suramericano ha superado recientemente las 100 muertes por cada cien mil habitantes, muy por encima de cualquier otro. Bélgica es un distante segundo, con 87.5 muertes por cada 100,000 personas.

Detrás de éstos dos le siguen en orden: Bolivia, Brasil, Chile, España, Ecuador, Reino Unido, Estados Unidos, México, Italia, Suecia, Panamá, Francia y Colombia. Como podrás ver, la lista incluye a los países más poderosos de occidente y varios de Latinoamérica.

Para sorpresa de muchos, la tasa de fatalidad en los países ricos ha sido unas tres veces mayor a la mostrada en los países con bajos ingresos. Al contrastar la inversión en los sistemas de salud de cada país salta a la vista que no hay relación entre el gasto en salud con la tasa de fatalidad demostrada hasta ahora. La única conclusión que podría dar sobre estos datos es que los números muestran que reducir la fatalidad depende de evitar el contagio o de detectarlo tempranamente, no de tener mejores hospitales.

LA ENFERMEDAD INFECCIOSA QUE MÁS MUERTES HA CAUSADO

¿Te has dado cuenta como ya no se publican gráficas que comparan la fatalidad del Covid con otras enfermedades infecciosas? Estas gráficas eran muy comunes al inicio de la pandemia, cuando aún no habían muchos fallecidos y algunos buscaban minimizar el riesgo del virus.

Según los datos publicados, el Covid-19 causa más muertes diarias en el mundo que cualquier otra enfermedad infecciosa que afecte al ser humano, por encima de la tuberculosis, hepatitis, neumonía, la gripe estacional, malaria, cólera o el SIDA.

PERO MUY LEJOS DE LOS PEORES DESASTRES DE LA HISTORIA

A pesar de lo anterior, al compararlo con las peores pandemias de la historia, el Covid-19 está muy lejos de llegar cerca en el total de muertes. La Gripe Española causó 50 millones de decesos hace unos cien años y la Peste Negra unos 200 millones durante la edad media. Otras pandemias que causaron grandes estragos fueron la viruela en 1520 (56 millones de muertes), el SIDA (35 millones desde 1981), la Plaga de Justiniano en el año 541 y 542 (30 millones) y el Cólera (1.5 millones). Esto muestra que seguramente en nuestro tiempos nos hemos beneficiado de los avances en salud e información de las últimas décadas.

Estados Unidos es el más afectado en la pandemia (205 mil fallecidos), y se reporta una cantidad de muertes superior al total de bajas sufridas por este país en la Primera Guerra Mundial y las guerras de Vietnam y Korea, pero aún no alcanza al total de la Segunda Guerra Mundial (405 mil), la Guerra Civil (498 mil) o la Gripe Española (675 mil).

En nuestro país se reportan más de 3,200 fallecidos, superando por bastante los desastres naturales que hemos sufrido en los últimos años, como la erupción del Volcán de Fuego en 2018, el derrumbe del Cambray en 2015 o las tormentas Mitch en 1998 y Stan en 2005. Pero está muy lejos de los peores eventos de nuestra historia reciente en número de muertes, que son el terremoto de 1976 (23,000 fallecidos) y el conflicto armado interno que duró 36 años y concluyó en 1996 (200,000).

EN CONCLUSION

A pesar que el número redondo de un millón de muertes asusta a cualquiera, se debe recordar que la tasa de fatalidad a nivel mundial continúa en descenso desde el mes de abril, y por primera vez se ubica en 3%. Lo mismo está sucediendo en Guatemala y en la región latinoamericana. Contagiarse en marzo y abril no es lo mismo que contagiarse en septiembre, y hacerlo ahora no será lo mismo que el próximo año. Cada vez más vamos aprendiendo a enfrentar el virus y reducir su impacto, aunque aún sigue representando un riesgo.

El coronavirus causa más muertes diarias que las demás enfermedades infecciosas que afligen a la humanidad, a pesar de los confinamientos aplicados por los gobiernos destinados a reducir su impacto, por lo que no podemos tomarlo a la ligera. Debemos continuar cuidándonos y mantener el distanciamiento social y la higiene hasta que hayamos logrado la ansiada inmunidad colectiva.

Tampoco debemos olvidar que el Covid aún está lejos de causar el impacto que provocaron otras crisis o eventos históricos del pasado. El golpe de la pandemia no puede menospreciarse, sobretodo porque está acompañado de una fuerte recesión económica, pero debemos mantener la perspectiva que la humanidad ha superado mucho mayores crisis.

Con la ayuda de Dios, si nos hemos levantado de las anteriores pruebas, de ésta también podremos hacerlo, y recuperar lo perdido, aprender las lecciones que nos deje y reconstruir un mundo mejor para todos.



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