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Rodolfo Mendoza

DISPONIBILIDAD Y OCUPACIÓN DE LOS HOSPITALES

Hoy se superó por primera vez los mil casos diarios, dos días después de las proyecciones. ¿Te recuerdas cómo muchos se asustaron cuándo superamos los mil casos EN TOTAL? Eso fue el 10 de mayo; el tiempo cambia mucho nuestra percepción de la crisis. No será la última vez que se reporten más de mil casos diarios, ya que vamos en ascenso, así que nos toca esperar el día que se reporten constantemente menos de mil, cuando vengamos de bajada.


 

LAS GRÁFICAS

Consolidé la información de dos reportes distintos, con formatos diferentes, para visualizar la ocupación y disponibilidad de la red de hospitales públicos. ¿Por que es importante esto?

1) Porque una de las razones del confinamiento es evitar el colapso del sistema de salud, así que debemos medir si está dando resultado tanto encierro.

2) Porque la disponibilidad de camas de hospital nos indica la "resiliencia de país", es decir, cuántos más contagios soportamos sin llegar al colapso. Tenemos uno de los más bajos indicadores de camas por cada mil habitantes en el mundo, nuestro punto débil ante la pandemia, y éste indicador debe estar presente en cualquier plan o estrategia de país.

3) Porque la disponibilidad de camas hospitalarias es un indicador de la reapertura, según lo estableció el gobierno.


LA FUENTE

Todos los martes, en cumplimiento de lo ordenado en ley, las instituciones del Estado directamente involucradas en el manejo de la pandemia envían un reporte detallado al Congreso, que puedes encontrar en su página web. Entre esos se encuentran datos del Ministerio de Salud Pública y del IGSS sobre la ocupación y disponibilidad de camas hospitalarias destinadas a la atención de COVID. No hay un reporte público que consolide esta información, así que lo hice con la información provista por ellos, para visualizar la ocupación hospitalaria nacional.


LOS FALTANTES

Además de carecer de un reporte consolidado a nivel nacional, tampoco se tienen los datos de hospitales o sanatorios privados, ni de los casos activos que están recuperándose en casa. Uno pensaría que ese protocolo de información debería funcionar eficientemente en tiempos que no hay COVID, mucho más ahora. El país tiene una ausencia de indicadores muy preocupante; estamos tomando decisiones trascendentales sin información. Al parecer, no somos una cultura que aprecie los datos objetivos, nos guiamos por las opiniones, tendencias o el "feeling" del momento.




CONCLUSIONES Y COMENTARIOS

A nivel nacional, éstos reportes indican que no tenemos aún una red hospitalaria colapsada por COVID, algo que de inicio me sorprendió, pues pensaba que sería muy distinto. Las noticias han evidenciado que varios hospitales importantes ya están sobrepasados, algo que estos informes también reflejan. Se agradecerá si alguien con más experiencia en la gestión y administración hospitalaria podría comentar si es posible mover enfermos del departamento central hacia otros hospitales del interior que tienen disponibilidad, y ayudar a distribuir mejor la ocupación hospitalaria.

El colapso del sistema de salud es el punto de quiebre de la red hospitalaria. Se da cuando los infectados inundan los hospitales, las camas son insuficientes, teniendo como consecuencia la negativa de aceptar más enfermos, y buena parte del personal médico y sanitario está agotado o se contagia. Eso ya comenzó a suceder en algunos hospitales públicos. Los efectos secundarios de esto se vieron en partes de Italia o España, donde debían escoger a quién atender y a quien no, a quien le salvaban la vida y a quién dejaba morir. O lo que se vio en Guayaquil, donde los enfermos morían en las calles por docenas. Por esa razón es


vital tener a la vista este indicador y gestionar el sistema de salud proactivamente para evitar ese colapso generalizado.

En este punto quiero detenerme para agradecer a todo el personal de salud guatemalteco que entrega su vida, pasión y conocimientos, y mucho más allá de lo que cualquiera de nosotros podemos entender, en condiciones que no son nada óptimas, para ayudar a salvar vidas de desconocidos. Ante ustedes me pongo de pie y les doy la más grande ovación de gratitud. ¡Por favor, no se cansen de hacer el bien!

Me parece que el Ministerio de Salud tiene protocolos de hospitalización distintos al IGSS, y de no ser así, los ejecutan de forma distinta. Ambos tienen la misma cantidad de camas destinadas a atender los enfermos de COVID, aunque el IGSS solo tenga afiliados alrededor del 20% de la población económicamente activa, pero tienen más hospitalizados que la red de hospitales nacionales.

El IGSS ha rentado 4 hoteles de la ciudad (Clarion Suites, Biltmore, Guatemala Inn y Conquistador) que destina a casos leves, para no enviarlos a casa a cuarentena. Ignoro qué hace la red hospitalaria nacional, pero deben estar recuperándose en casa o en algún hospital privado. La mayoría de las personas que son reportadas como recuperadas en los informes diarios provienen de casos ingresados en el IGSS, lo que puede guiarnos a pensar que el Ministerio no lleva un seguimiento detallado de los casos activos que se recuperan en casa. De seguro tenemos muchas más personas recuperadas de las que se entera el gobierno y que no han entrado en el informe oficial. De cualquier manera, la CoPreCOVID ha dicho que va a eficientar estos datos también.


Se hace evidente que se necesitan más camas de hospital y más unidades de cuidado intensivo para atender la pandemia. Los hospitales de campaña, cuando estén concluidos todos, añadirán unas mil doscientas camas adicionales, como un 15% más de lo que ya se tenía. Pero como partimos de un punto tan bajo, aproximadamente 8,100 camas en total (6 camas cada 10,000 habitantes), debimos preparar muchas más. Costa Rica, El Salvador y Belice tienen el doble de camas por habitante, así que para tener la misma disponibilidad que ellos se debía duplicar el número de camas.

Las proyecciones que mostraron ayer en la conferencia de prensa decían que necesitaremos 15,000 camas de hospital para mediados de agosto, y por ahora sólo tenemos como unas 3,700 dispuestas para COVID. Si se usaran todas las camas de la red hospitalaria nacional, las del IGSS, el hospital militar y todas las de los hospitales privados, de tal manera que no se atendiera ninguna otra enfermedad, no llegaríamos a las 15,000 camas. Si las autoridades de salud realmente creen esas proyecciones, deberían decirnos qué se hará parar atender esa necesidad. Sino se pueden preparar más camas, deberíamos recurrir a otros recursos como escuelas, iglesias o universidades.

Por último, se ha comparado el Parque de la Industria con el hospital que levantó Bukele en El Salvador. No hay mucho que añadir aquí, si ellos pueden, nosotros también. Pero si debe traernos conciencia de que como país hemos abandonado por años el sistema de salud pública, y que estamos pagando el desinterés colectivo, corrupción y falta de inversión. Hace unas semanas vi una estadística que indicaba que en los años 60´s teníamos un sistema de salud que en cantidad de camas disponibles equipararía a lo que hoy tienen países como Singapur, Suecia, Dinamarca o Canadá. Teníamos más camas de hospital hace cincuenta y cinco años que ahora, por increíble que parezca.

Mi esperanza es que uno de los beneficios que deje esta crisis sea la conciencia en el guatemalteco que se debe reformar de fondo nuestro sistema de salud, invertir en él, construir muchos más hospitales y proveer buen servicio a la población. Pero sobre todo, que se de mucho más respaldo a los médicos y auxiliares para que puedan sobresalir en su profesión. Muchos seremos los beneficiados de ello.


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